El sistema eléctrico del país vuelve a estar bajo tensión. El Coordinador Eléctrico Nacional advirtió que, de cara al verano 2025–2026, podría ser necesario aplicar razonamientos parciales de energía en la Región del Maule, una medida similar a la adoptada durante la temporada estival anterior.
Según una minuta publicada el 9 de octubre —a la que tuvo acceso el Diario Financiero—el organismo evalúa un riesgo de falta de suficiencia eléctrica en varias comunas de la región, entre ellas Licantén, Vichuquén, Hualañé y Curepto, todas abastecidas por la línea 1×66 kV Los Maquis–Hualañé.
El informe detalla que las restricciones operacionales de la línea se deben principalmente a la alta demanda en los meses de verano, a las elevadas temperaturas y a la baja radiación solar, lo que limita la generación de los Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGD).
Además, se suma un elemento crítico: la central Licantén, que aportaba generación local, se mantiene fuera de servicio desde mediados de 2023 tras sufrir daños por los desbordes del río Mataquito, sin una fecha clara de retorno.
Como resultado, el Coordinador prevé que, en caso de mantenerse este escenario, será necesario implementar medidas preventivas o incluso decretar un nuevo estado de emergencia energética para asegurar el suministro. Dicho decreto ya se aplicó el verano pasado y permitió activar generación local a diésel y acuerdos de suministro eléctrico temporal.
Efectos económicos y en el mercado inmobiliario
El riesgo de racionamiento energético no implica necesariamente cortes diarios, pero sí instala un escenario de vulnerabilidad regional que puede tener repercusiones económicas, especialmente en el mercado inmobiliario.
El valor del metro cuadrado en zonas afectadas por problemas de suministro energético tiende a desacelerarse o incluso caer, debido a la menor demanda de nuevos proyectos y a la percepción de riesgo por parte de inversionistas y compradores. En el caso del Maule, donde el desarrollo habitacional ha crecido en torno a la conectividad y a su vocación agrícola y turística, un racionamiento energético prolongado podría afectar directamente las expectativas del sector.
“El Coordinador Eléctrico Nacional acaba de advertir sobre posibles racionamientos en la Región del Maule, y con el cambio de gobierno en el horizonte, la incertidumbre podría aumentar, afectando no solo a la región, sino también a zonas aledañas. Si parte en el Maule, podría extenderse, generando una devaluación en el metro cuadrado y una baja en el valor de las propiedades”, señala Camilo Bravo, asesor acreditado por la Corporación de Mercado de Valores (CAMV).
A nivel nacional, la combinación entre riesgo energético y cambio de gobierno puede incrementar la incertidumbre y provocar ajustes en los valores de vivienda. Según Bravo, “para quienes estén pensando en tomar liquidez usando su propiedad como garantía, el momento de hacerlo es antes de que se produzcan estos cambios. Hoy el mercado muestra condiciones favorables y lo recomendable es aprovechar los valores actuales antes de que se deterioren”.
El especialista agrega que FinanciaK puede jugar un rol clave en este escenario: “Nuestra invitación es a actuar a tiempo. A través de FinanciaK, personas y empresas pueden acceder a financiamiento de forma rápida, segura y con respaldo, lo que puede marcar una diferencia significativa ante un contexto de incertidumbre”, enfatiza.
Medidas pendientes y perspectivas
La situación en el Maule ha sido descrita por la Asociación de Transmisoras de Chile como “previsible y urgente”. Su director ejecutivo, Javier Tapia, señaló al Diario Financiero que muchas obras de transmisión que podrían haber mitigado este riesgo enfrentan retrasos o trabas en su ejecución, como la línea Itahue–Hualqui, actualmente detenida por temas ambientales y oposición local.
La Comisión Nacional de Energía (CNE) ha propuesto incluir ampliaciones y refuerzos en su plan de obras urgentes, destacando la necesidad de ampliar la subestación Ranguilí y aumentar la capacidad de la línea Curicó–Rauquén, medidas que podrían aliviar la tensión en la red eléctrica del Maule.
Mientras tanto, empresas como CGE Transmisión han elevado alertas adicionales sobre otros puntos críticos, incluyendo la línea Parral–Cauquenes y Metrenco–Cocharcas, lo que refleja un panorama energético nacional más complejo y con riesgos distribuidos en distintas regiones.
El posible racionamiento energético en la Región del Maule no solo representa un desafío técnico para el sistema eléctrico, sino también una señal de alerta para el mercado inmobiliario y financiero chileno. La combinación de incertidumbre política, riesgo energético y ajustes económicos crea un escenario donde anticiparse y actuar con estrategia puede marcar la diferencia.
Para quienes buscan proteger su inversión o acceder a liquidez, el momento es ahora. Actuar con información, planificación y respaldo financiero puede ser clave para enfrentar un contexto que promete volatilidad en los próximos meses.

